Primero comencemos por
definir ¿qué son los sentimientos?
De acuerdo al Diccionario de
la Real Academia Española, sentimiento se define como estado afectivo del
ánimo. Según Wikipedia, sentimiento se refiere tanto a un estado de ánimo como
también a una emoción conceptualizada que determina el estado de ánimo.
Por los sentimientos nos
sentimos legres o tristes, deprimidos o animados. Algunos de los sentimientos
más comunes son la alegría, la tristeza, la paciencia, la tranquilidad, la
ansiedad, entre otros y todos ellos se demuestran a través de diferentes
rasgos, por ejemplo, la alegría se demuestra con la risa, la tristeza,
generalmente, con lágrimas.
En todo momento, los sentimientos
nos acompañan en forma de deseos, esperanzas o temores y ellos están en el
origen de la acción. Posteriormente estas acciones nos afectan como
satisfacción o frustración, según se hayan cumplido o no, nuestros deseos.
Los sentimientos tienen la
particularidad que no son neutrales ya que unos incitan a hacer el bien y
otros, a obrar de mala manera. Sabemos además porque las personas nos alegramos
o entristecemos por alguna razón, aunque esta causa pudiera en ocasiones estar
disfrazada. Además son independientes de la voluntad, porque la alegría no
responde a nuestro llamado y la tristeza no pide permiso para instalarse.
Dentro de la familia de los
sentimientos, se encuentra la pasión, definida como agitación anímica,
acompañada de agitación corporal. Toda pasión es una hipertrofia emocional una subida de la
tensión sentimental.
El sentimiento es el
intermediario entre la razón y los instintos, es lo que distingue al hombre de
una roca. Para mí, que el hombre tenga sentimientos, es lo que hace que el hombre
sea un ser humano completo.
Muchas veces los sentimientos son
interpretados como una modulación de la inteligencia. De hecho, si en la
conducta se mezclan inseparadamente la razón y los sentimientos, la explicación
más genuina será aquella que respete esta unidad.
De esta manera, reprimir los
sentimientos podría conducir a una vida razonable pero antinatural porque el
ser humano es un ser emocional que se conmueve por naturaleza. Si escondemos lo que sentimos,
podemos perder nuestra esencia.
Está de moda esconder los
sentimientos, pero esto es un atentado contra la salud emocional, espiritual y
física. Si perdemos la compostura expresando nuestros sentimientos solo
perderemos eso, en cambio ganamos terreno en mantener nuestra esencia siendo
honestos y responsables con lo que sentimos.
Importante también
desarrollar empatía ya que esto ayuda a entender los sentimientos de los demás
y poder entender lo que motiva al otro.
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Autor: Andreina Dommar
Equipo de Vive Genial
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