martes, 1 de noviembre de 2016

Dios es un rebelde!




Después de analizar mis charlas con Dios  no puedo más que concluir, que él es definitivamente un rebelde.

 ¿Cómo puedo pensar esto? ¡Dios! un rebelde

¡Pues si! Y te cuento  porqué

Vivimos  en  un mundo donde la falta de amor es casi una tendencia. De  hecho es como si el cosmos te obligara a perpetuar ese patrón sucedido por nuestros antepasados.

Desde la historia infinita, el  hombre ha vivido atrapado entre prejuicios, siendo capaces de llegar a consumar hechos que hasta el sol de hoy, son precisamente el ejemplo de aquello que queremos evitar. Las cruzadas religiosas, las guerras, terrorismo y la violencia que vivimos día a día, son tan solo algunos ejemplos.

Vivimos en una era donde lo diferente no siempre es bien  aceptado, donde en uso de la religión y mal utilizando el nombre de Dios se han cometido tantos crímenes, un lugar en el cual si dices tú verdad puedes ser duramente criticado, señalado e incluso asesinado, donde te premian por ser sumiso y seguir la corriente y llevar la  contraria es un acto de rebeldía y está mal visto.

Hemos sido educados  para vivir en esta sociedad, entrenados para crecer, trabajar durante horas, casarnos, reproducirnos y vivir vidas  vestidas de conformismo. Pero eso si “Vidas seguras”

Incluso en la escuela éramos castigados y obligados a reforzar aquello que hacíamos mal  en lugar de buscar potenciar nuestras habilidades innatas. Aprendimos que podíamos  ser reprendidos por  nuestras diferencias, en lugar de terminar amando aquello en  lo que éramos buenos. Muchos terminamos olvidando nuestra misión y dedicando una cantidad de tiempo en tratar de ser medio buenos en lo que la sociedad esperaba.

¿Se imaginan que Dios hubiese dejado de ser  Dios por ser ingeniero?

¿Se imaginan a Dios así?

¿Sería Jesús Cristo la persona más influyente de la  historia si hubiese ocultado quien era por temor a ser ejecutado en una cruz? ¿Hubiese él pasado a  la historia si hubiese decidido ser uno más  del montón? Incluso, cuando muchos mostraban sus juicios contra aquella famosa mujer adultera, él fue el  único en ir contra la corriente y decir la verdad. “El que esté libre de pecado que lance la primera piedra”

¿Cuántas veces has dejado de decir  tu verdad por temor a que  el mundo no esté listo para  escucharla? ¿Cuántas veces te  has quejado de tu rutinaria vida por complacer a otros? Veo tantas personas tratando de descubrir quienes son y les digo, nunca dejen de hacerlo,  dejen de sentirse estúpidos por no pensar como el resto, por tener habilidades distintas, por no ser como los demás esperan que sean y continúen la búsqueda de si mismos, atrévanse a sacar  a flote su Dios  interior.

Dios nada tiene de sumiso, en mis conversaciones con el me invita constantemente a ser valiente, a tener  mi  propia voz, a tener mi propia opinión de las  cosas, a no permitir falta de amor, me convida a pararme firme frente a las adversidades y hasta me hace cumplidos y da golpecitos en  el hombro  cuando hago un buen trabajo. También me invita constantemente a obrar bien, cualquier otra voz, aunque siendo humana a veces también escuche, sé que no viene de él.

Dios no puede tener mentalidad cerrada, si  fuese así no existiría el libre albedrío, Dios no  podría quitarle la vida a nadie, el  no  es como nosotros, el da la vida. Dios no te criticaría por no creer en él, porque sencillamente sabe quién es  ¿Ustedes creen que él se sentiría dolido si alguien le dice que no tiene poder? ¿Para  qué? Si lo es todo ¿Creen  que envidiaría a otros? ¿Qué rechazaría a alguien? En fin,  Dios no  es como  la mayoría. Viéndolo desde un punto de vista terrenal ¡EL ES REBELDE!

 Pero su espíritu vive  en todos, por lo tanto también esa característica se encuentra en dentro de cada uno. Si no me crees pon atención a las dos voces dentro  de ti.

Veo mucho más de Dios en personas que afirman no creer en él, pero tienen una mentalidad abierta, felicidad en su  corazón, compasión, ganas de ayudar al prójimo que en otras que usando el nombre de Dios rechazan todo lo que no son capaces de entender, que aquellos que sintiéndose dueños de la verdad se sienten superiores o separados del resto, de quienes en nombre de la religión se escudan para sacar lo  peor de sí.  La buena noticia es que está en todos el dejar de seguir la corriente, podemos elegir ser rebeldes, ser diferentes! Empezar a dejar de ser como hemos aprendido y ser más como lo que somos. Dejar de criticar, odiar, rechazar, de tener  miedo, dejar de permitir que otros determinen nuestra valía e incluso  nuestro futuro.

Ser plenamente felices, vivir sin reparos, reproches, dolor, rechazo, rencor y otras emociones “negativas” es un acto de rebeldía en  estos  días. Requiere mucha consciencia tener presente que nacimos libres, para entender que todo es permitido pero no todo conviene, para diferenciar lo que somos de lo que nos han  dicho, para despertar.


Ser rebelde es bueno!

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Saludos  y bendiciones para  todos



Autor: Anier González

Equipo de Vive Genial


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