Todos soñamos con ser libres, queremos tener libertad plena, tener libertad económica, de pensamiento, de expresión, queremos ser libres como el viento pero ¿Somos realmente libres?
Pues bien, la respuesta es SI, la
energía que nos creó nos hizo libres, lo
único que nos mantiene prisioneros es nuestra propia falta de consciencia.
“Para libertad fue que Cristo nos hizo libres;
por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud.” Gálatas 5:1
La consciencia de una forma
general, puede definirse como el conocimiento que posee un individuo acerca de
si mismo. Es por este motivo, que cuanto mayor sea el grado de
entendimiento acerca de quién somos en
realidad y como funcionamos en esencia,
puede acercarnos paulatinamente a una genuina libertad.
Al expandir nuestra consciencia somos capaces de notar que son nuestras creencias las que nos mantienen
prisioneros, todos somos seres que funcionamos a través de la fe. Al hacer esta
afirmación tal vez no estés de acuerdo ¿Pero que es la fe? Estamos
acostumbrados a darle solo connotaciones religiosas, la fe no es más
que la certeza de que algo es cierto, a ver si me explico mejor.
La
creencia de sentir que careces de algo también es fe y a su vez la fe es el vehículo para
manifestar la realidad en nuestras vidas, afirmaciones como NO TENGO DINERO, ESTOY
ENFERMO, LA ECONOMIA ESTÁ MAL, TODOS ME JUZGAN, NO HAY TRABAJO, LA VIDA ES
DIFICIL, también es creer, solo que en este caso estarías obteniendo justo lo
que no deseas para ti y aquello que no
te permite sentirte totalmente en libertad.
Tomar consciencia también nos
hace comprendernos más a nosotros mismos y a los demás, al poder diferenciar
que no es lo que hacemos, sino, LO QUE SOMOS, nos volvemos más compasivos. Por lo tanto poco a poco y a medida que van
cayendo los sesgos comenzamos a liberarnos de prejuicios, de rencores, de ira
innecesaria y de todas las cosas que nos hacen sentir privados de plena libertad.
Algunos creen en el poder de
la mente, otros creen en el poder del
espíritu, tomar consciencia es creer también en el poder de la fe. Todos tenemos el poder para cambiar
nuestra realidad porqué realmente no somos prisioneros de nada, por derecho
estamos conectados a este poder supremo, todos tenemos el potencial de obrar
milagros, pero finalmente es la fe la fuerza capaz de manifestarlos.
Un mayor grado de conocimiento de
nuestra naturaleza también puede ayudarnos a liberarnos de las cadenas del
temor el estrés y la ansiedad. El miedo es el producto de no haber resuelto
nuestra principal sensación de carencia, es la consecuencia directa de sentirnos
desconectados del padre. (Aquí donde mis
amigos ateos dicen NOOO ja,ja…) Pero es así, si no somos capaces
de comprendernos primeramente, seguiremos sintiéndonos esclavos de nuestras creencias erradas. Al reconocer nuestro poder interior inmediatamente
el miedo, el estrés y la ansiedad
desaparecen. El privilegio de todos, es que tan libres somos que cada quien
decide que pensar y en que creer, de modo que el proceso de toma de consciencia
siempre será algo muy personal.
Muchas veces las palabras son
cadenas. En este plano y en cualquier otro todos somos iguales, al comprender
este otro aspecto de nuestra esencia logramos entender también que no somos
quien para juzgar a nadie y que nadie es quien para juzgarnos. Allí es cuando
llegamos a advertir que las
opiniones de otros son solo de ellos y no tienen ningún poder sobre nosotros,
dejaremos de molestarnos al escucharlas y seguiremos sintiéndonos libres de
solo ser. Del mismo modo este conocimiento nos invita a ser
cuidadosos con las palabras que elegimos al hablar, aprendemos a ser conscientes de que lo que sale de nuestra boca contribuye cada día con lo que queremos manifestar.
La toma de consciencia no siempre
es algo que ocurra de un día para otro, Por lo general es más bien un proceso
bien personal que depende en gran medida de nuestra intención de conocer y de
conocernos, cambiar nuestras películas mentales requiere de un cambio de
paradigmas en nuestra forma de pensar, sentir y actuar que no sería posible a
menos que seamos conscientes
Desde mi perspectiva, la libertad comienza por aceptar nuestra naturaleza espiritual y energética,
dejar de vernos como sencillos cuerpos físicos separados del todo.
En conclusión;
Más consciencia, menos cadenas
Equipo de Vive Genial
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