El camino de la transformación

La vida tiene cosas increíbles para nosotras si estamos dispuestas a aceptar sus retos y nos alentamos a reinventarnos, el arte de transformarnos va de la mano con  nuestra capacidad de saber distinguir aquello en lo que deseamos convertirnos y nuestra habilidad para conseguirlo.

Podemos afirmar  en líneas generales que nuestra existencia nos invita al cambio constante y si no somos capaces  de moldearnos según el tamaño del acontecimiento perderemos la oportunidad de sacar lo mejor las situaciones así como de nuestras potencialidades.

Todo proceso de trasformación trae consigo  mucho crecimiento personal y auto cocimiento, el tiempo de este proceso de cambio depende de cada individuo en donde podemos decidir convertirnos en la mejor versión de nosotros mismos o demorar más para lograrlo, pero el crecimiento siempre será innegable.

Para que pueda existir una transformación profunda es necesario realizar una modificación en nuestra conducta, es decir, el resurgimiento de un nuevo yo, para lo cual hace falta primero que todo voluntad y la misma solo se tiene si se está listo para una reinvención

A la hora de lograr este nuevo ser resurgido de las cenizas debemos atravesar grandes transformaciones que generalmente vienen acompañadas de dosis de sufrimiento donde bien podemos experimentar emociones como tristeza, miedo o culpa y no siempre estamos dispuestos a atravesar ese camino, sin embargo es importante recordar que ellas son parte del proceso y lo mejor es aprovechar la oportunidad de crecer de las mismas y agradecerlas para continuar.

Desde un punto de vista espiritual el dolor, el sufrimiento existe para obligarnos a ir hacia adentro, para conocernos y ponernos en contacto con nuestro  verdadero ser. En otras palabras, para  transformarnos y solo en la transformación es que llegaremos a conocer más a  fondo  nuestras capacidades y potencialidades.

El camino a la reinvención no siempre es fácil, no siempre estamos listos pero existe un punto de no  retorno donde sencillamente somos impulsados y en  este momento tenemos dos opciones: La de limitar nuestro  propio aprendizaje a través de quejas y auto compasión o emprender el rumbo a la grandeza del ser.  

“Crecer duele, cambiar duele pero nada duele  más que quedarte atrapado en un lugar al que no perteneces”

Autor: Anier González


Equipo de Vive Genial