La productividad del personal en una organización depende en gran medida de
los procesos internos que allí se lleven a cabo, de la forma de aprovechar el
tiempo, de la tecnología disponible, de la capacitación realizada y del
liderazgo ejercido.
Pero además de estos factores
mencionados, existe otro tema “de forma”
que también es relevante para la productividad de las personas: sus modales.
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, modales se
refiere a “Acciones externas de cada persona con que se
hace notar y se singulariza entre las demás, dando a conocer su buena o mala
educación”.
Hoy en día, es
común ver personas que no saludan al entrar a un lugar; que hacen uso de los celulares cuando están en una reunión;
que mandan a callar a otros; que miran su reloj mientras hablan con otra
persona; etc. Estos comportamientos pudieran parecer indiferentes para la
productividad de una organización pero son costosos porque erosionan algo que
para mí es muy importante dentro y fuera de la misma: Respeto y Consideración.
El respeto y la
consideración hacia los demás son pilares para construir buenas relaciones
laborales, para trabajar en equipo, para liderar a las personas, y para
dar buena atención tanto a clientes
externos como internos. Estos aspectos definen un buen clima laboral, efectivo
trabajo en equipo, adecuada atención al cliente y buen liderazgo y además
inciden directamente sobre la productividad de una organización. Por esta
razón, los buenos modales, no debe ser un tema desactualizado y de poco valor
para las organizaciones ni en la vida personal, sino una prioridad en el manejo
de las mismas.
Aquellas empresas que no ven los modales como un factor determinante
para la productividad, tienen una cultura organizacional orientada a las cosas.
En muchos países es común dar mucho valor a la parte técnica, en otros la
afiliación política o el compadrazgo, estos dos
últimos muy común en Venezuela. En organizaciones como estas, existen
sistemas, normas y hábitos que no solo impiden cultivar los buenos modales,
sino que fomentan los malos.
Paradójicamente muchos de estos sistemas son considerados “fuentes de
productividad”, como ocurre en el caso de la tecnología. Por ejemplo, muchas
personas mientras hablan con un cliente, pueden estar utilizando a la vez su
teléfono celular, está actitud es desconsiderada y grosera.
Así la tecnología puede hacernos mas productivos porque nos permite
hacer las cosas mas rápida y eficientemente pero a la vez puede volvernos menos
corteses y mas improductivos en
consecuencia.
Creo que las empresas podrían invertir buena parte de su tiempo para
lograr que las comunicaciones logren ser menos impersonales y frías, por
ejemplo capacitando al personal acerca de la forma en que se utilizan los
recursos de comunicación visual y optimizar el uso del correo electrónico,
siendo este una herramienta ampliamente utilizada en grandes y pequeñas
organizaciones.
Otro aspecto resaltante es acerca del buen uso del tiempo. La tónica hoy
en día , es “estar apurados”. Desde mi punto de vista, el apuro es una de las
principales causas del olvido de los buenos modales. La pregunta que se me
ocurre es si ¿alguien puede estar tan apurado como para que olvide saludar o no
le preste ayuda a quien necesite ser asistido?
Comportarse en forma educada mostrando buenos modales también debe
formar parte de nuestras prioridades porque ocuparnos de cosas que creemos son
sin importancia, como por ejemplo hacer el café para todos en la oficina,
colocar el papel en la bandeja de la fotocopiadora, o simplemente limpiar el
microondas luego de calentar la comida, también forma parte de nuestro trabajo,
solo que no nos pagan por ello.
Los buenos modales son mucho más que una “delicadeza” en el trato. Ellos
dan significado a los valores de una organización y su cultura. Todos queremos
trabajar en lugares donde se de valor al buen trato, respeto y consideración
hacia los demás para mejorar la relación entre las personas. Jóvenes y adultos
no tan jóvenes quieren formar parte de organizaciones que funcionen como
verdaderas comunidades con relaciones sanas y productivas.
Autor: Andreina Dommar
Equipo de Vive Genial
hola, estuve leyendo tu articulo sobre buenos modales en las organizaciones e igual que tu, pienso que todo lo que ayude a hacer un clima organizacional agradable, redundara en productividad inexorablemente. Por algo, las empresas serias cada dia invierten mas dinero y tiempo para organizar actividades tendentes a mejorar las relaciones, el ambiente organizacional, porque se convencieron que nadie en un ambiente hostil, tenso, produce de la misma manera que si lo hiciera en un entorno agradable. Los buenos modales , en cualquier ambito de la vida, nunca pasaran de moda, por cuanto son la piedra angular de toda buena convivencia. Seria oportuno el tema para motivar a las organizaciones publicas y privadas a hacer enfasis en el, en aras no solo de lograr mejoras en el respeto, sino tambien mejorar calidad de atencion a los usuarios de sus servicios.
ResponderEliminarLos buenos modales son importantes pero mezclarlos con la productividad es demasiado... en un mundo globalizado y de alta competencia... solo el más fuerte sobrevive... Las organizaciones a lo externo y a lo interno deben ser flexibles pero implacables... cada quien debe conocer su roll y cumplirlo a cabalidad sin distraerse demasiado en las formas... en la actualidad cada segundo cuenta y perder el tiempo socializando, "para mantener un buen clima laboral" te puede terminar haciendo improductivo... en resumen... Los buenos modales son fundamentales pero para las reuniones sociales... en la industria es otra cosa...
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