martes, 14 de febrero de 2017

Buenos Modales en la Organizaciones




La productividad del personal en una organización depende en gran medida de los procesos internos que allí se lleven a cabo, de la forma de aprovechar el tiempo, de la tecnología disponible, de la capacitación realizada y del liderazgo ejercido.

Pero además  de estos factores mencionados, existe otro tema  “de forma” que también es relevante para la productividad de las personas: sus modales.
De acuerdo al Diccionario de la Real Academia Española, modales se refiere a “Acciones externas de cada persona con que se hace notar y se singulariza entre las demás, dando a conocer su buena o mala educación”.

Hoy en día, es común ver personas que no saludan al entrar a un lugar; que hacen uso de  los celulares cuando están en una reunión; que mandan a callar a otros; que miran su reloj mientras hablan con otra persona; etc. Estos comportamientos pudieran parecer indiferentes para la productividad de una organización pero son costosos porque erosionan algo que para mí es muy importante dentro y fuera de la misma: Respeto y Consideración.
El respeto y la consideración hacia los demás son pilares para construir buenas relaciones laborales, para trabajar en equipo, para liderar a las personas, y para dar  buena atención tanto a clientes externos como internos. Estos aspectos definen un buen clima laboral, efectivo trabajo en equipo, adecuada atención al cliente y buen liderazgo y además inciden directamente sobre la productividad de una organización. Por esta razón, los buenos modales, no debe ser un tema desactualizado y de poco valor para las organizaciones ni en la vida personal, sino una prioridad en el manejo de las mismas.

Aquellas empresas que no ven los modales como un factor determinante para la productividad, tienen una cultura organizacional orientada a las cosas. En muchos países es común dar mucho valor a la parte técnica, en otros la afiliación política o el compadrazgo, estos dos  últimos muy común en Venezuela. En organizaciones como estas, existen sistemas, normas y hábitos que no solo impiden cultivar los buenos modales, sino que fomentan los malos.

Paradójicamente muchos de estos sistemas son considerados “fuentes de productividad”, como ocurre en el caso de la tecnología. Por ejemplo, muchas personas mientras hablan con un cliente, pueden estar utilizando a la vez su teléfono celular, está actitud es desconsiderada y grosera.

Así la tecnología puede hacernos mas productivos porque nos permite hacer las cosas mas rápida y eficientemente pero a la vez puede volvernos menos corteses y  mas improductivos en consecuencia.




Creo que las empresas podrían invertir buena parte de su tiempo para lograr que las comunicaciones logren ser menos impersonales y frías, por ejemplo capacitando al personal acerca de la forma en que se utilizan los recursos de comunicación visual y optimizar el uso del correo electrónico, siendo este una herramienta ampliamente utilizada en grandes y pequeñas organizaciones.

Otro aspecto resaltante es acerca del buen uso del tiempo. La tónica hoy en día , es “estar apurados”. Desde mi punto de vista, el apuro es una de las principales causas del olvido de los buenos modales. La pregunta que se me ocurre es si ¿alguien puede estar tan apurado como para que olvide saludar o no le preste ayuda a quien necesite ser asistido?

Comportarse en forma educada mostrando buenos modales también debe formar parte de nuestras prioridades porque ocuparnos de cosas que creemos son sin importancia, como por ejemplo hacer el café para todos en la oficina, colocar el papel en la bandeja de la fotocopiadora, o simplemente limpiar el microondas luego de calentar la comida, también forma parte de nuestro trabajo, solo que no nos pagan por ello.


Los buenos modales son mucho más que una “delicadeza” en el trato. Ellos dan significado a los valores de una organización y su cultura. Todos queremos trabajar en lugares donde se de valor al buen trato, respeto y consideración hacia los demás para mejorar la relación entre las personas. Jóvenes y adultos no tan jóvenes quieren formar parte de organizaciones que funcionen como verdaderas comunidades con relaciones sanas y productivas.





Autor: Andreina Dommar

Equipo de Vive Genial

2 comentarios:

  1. hola, estuve leyendo tu articulo sobre buenos modales en las organizaciones e igual que tu, pienso que todo lo que ayude a hacer un clima organizacional agradable, redundara en productividad inexorablemente. Por algo, las empresas serias cada dia invierten mas dinero y tiempo para organizar actividades tendentes a mejorar las relaciones, el ambiente organizacional, porque se convencieron que nadie en un ambiente hostil, tenso, produce de la misma manera que si lo hiciera en un entorno agradable. Los buenos modales , en cualquier ambito de la vida, nunca pasaran de moda, por cuanto son la piedra angular de toda buena convivencia. Seria oportuno el tema para motivar a las organizaciones publicas y privadas a hacer enfasis en el, en aras no solo de lograr mejoras en el respeto, sino tambien mejorar calidad de atencion a los usuarios de sus servicios.

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  2. Los buenos modales son importantes pero mezclarlos con la productividad es demasiado... en un mundo globalizado y de alta competencia... solo el más fuerte sobrevive... Las organizaciones a lo externo y a lo interno deben ser flexibles pero implacables... cada quien debe conocer su roll y cumplirlo a cabalidad sin distraerse demasiado en las formas... en la actualidad cada segundo cuenta y perder el tiempo socializando, "para mantener un buen clima laboral" te puede terminar haciendo improductivo... en resumen... Los buenos modales son fundamentales pero para las reuniones sociales... en la industria es otra cosa...

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