Si algo supo enseñarme la ansiedad cuando afectó mi vida es acerca de
sus síntomas. Cada día más variados, siempre diferentes. Algunos más
desagradables que otros y otros menos molestos pero finalmente mensajes de algo
que el cuerpo intentar exteriorizar.
Si padeces o has sufrido alguna
vez en tu vida algún trastorno de ansiedad sabes que los síntomas pueden ir empeorando con el tiempo si no
somos capaces de hacer un alto oportunamente.
Uno de los momentos más temidos en la vida de un ansioso es
cuando estos síntomas se confunden con problemas serios en su salud. Bueno al
menos así era para mí y me supongo que si estás leyendo esto, también para ti.
No es agradable sentir que se te
sale el pecho de lo rápido que late tu
corazón, sentirte mareado,
aturdido, con dolor en el pecho, con nauseas, con ganas de sentir corriendo,
sentirte que pasas por la vida sin que fueras parte de ella. Nuestro temor al
creer que algo está por sucedernos físicamente puede llevar nuestra
atención a una lucha por encontrar de una manera brusca, cierto grado de equilibrio.
Nuestra primera reacción es intentar luchar contra ellos, ocultarlos,
disimularlos y erradicarlos pero esto solo termina empeorando nuestra condición.
Lo que comprendí con el paso del tiempo es que
los síntomas no son el problema. Los síntomas son amigos que intentan mostrarnos que existe algo que debemos modificar para que el cuerpo
deje de forma desesperada de enviarnos alarmas,
por lo tanto, el reto está, en poder detectar aquello que hemos pasado
por alto acerca de nuestra forma de ver y afrontar la vida.
Se lo que es odiar sentirte mal debido a esto, pero
los síntomas son solo consecuencias, es la
sabiduría de nuestro cuerpo físico que es capaz de hablar aquello que no
has logrado canalizar. Por lo tanto, te comparto 2 secretillos acerca de qué
hacer con esos molestos síntomas.
Agradece y acépta
Nuestro cuerpo es muy sabio, deja
de culparte por sentirte de ese modo, permite que te muestre aquello que intenta manifestar, los síntomas son casi un
favor de nuestra inteligencia superior para decirnos. EPA, ESTO NO TE HACE BIEN.
Agradece a tu maestro
interior el apoyo y en vez de intentar luchar contra ellos
acéptalos por lo que son. Son solo síntomas, acepta que solo se trata
de la ansiedad que te ha venido
afectando, no te vas a morir de eso aunque puedas sentirlo así. Solo
permite que se manifieste y trata de disfrutar el presente agradeciendo toda esa sabiduría
Haz las preguntas correctas
Seguro te has preguntado ¿Como
dejar de sentir estos síntomas? Pero la
pregunta que te acercaría más a la
solución del problema sería ¿Qué detona en mí estos síntomas? ¿Qué tengo que
cambiar en mi vida? ¿Qué trata de decirme mi cuerpo?
Y en esta parte solo tú puedes ayudarte pues los detonantes
son distintos en cada uno de nosotros.
Si te cuesta responder estas preguntas te invito a
tomar lápiz y papel cuando presentes tus ataques de apañico y puntuarlos del uno al cinco según su grado de intensidad. Luego escribe lo
que estabas pensando
y trata de encontrar la causa detrás del pensamiento.
Veamos dos ejemplos:
Ejemplo 1: En mi caso una de las
cosas que me producía síntomas de ansiedad era pensar en muchas tareas al mismo tiempo y sentir la
incapacidad de llevarlas a cabo.
Solución: Una vez consciente de esto pude hacer una
lista de prioridades y tratar de ejecutarlas una a la vez, en lugar de pasar
el tiempo pensando en ellas de forma
desordenada.
Ejemplo 2: Otra cosa que me
hacia sentir ansiosa era tratar de
controlar mi futuro, pensar catastrófica o no catastróficamente acerca de
lo venidero con el tiempo se manifestó
intensamente en mi, arrastrándome con molestos e intensos síntomas
Solución: Convertí la meditación
en mi forma de vida, aprendí a vivir más
en el presente evitando así que mi mente
divague de un lado a otro.
Bueno aquí te dejo un poco de lo
que humildemente me ayudó con mis síntomas de ansiedad esperando que también
puedas incorporarlo en tu vida y te sea
de utilidad, no es complicado, a menudo, las respuestas están a la vista
y centrándonos en lo que nos desagrada no podemos verlas.
Deseo que tus propias respuestas
te den las soluciones que buscas.
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